Como instruyó el presidente López Obrador, esta tarde el canciller Marcelo Ebrard se reunirá en Washington DC con nuestros cónsules en EE.UU.
La reunión servirá para lanzar la estrategia de defensa de nuestro país frente a los ataques de legisladores y ex líderes republicanos y que servirá para dejar en claro en EEUU que México es el principal aliados contra el fentanilo y no la causa.
“Hoy va a estar en Washington el canciller reunido con todos los cónsules para informarles a todos los mexicanos que viven en Estados Unidos, a los latinoamericanos y también a los estadounidenses, de la manera alevosa y prepotente en que actúan estos legisladores”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su rueda de prensa diaria.
Por su parte, el canciller mexicano informó en su cuenta de Twitter sobre su viaje. “Despegando hacia Washington. México será defendido”, publicó.
Tras el secuestro de cuatro estadounidenses en la fronteriza ciudad de Matamoros (Tamaulipas), de los cuales dos fueron asesinados, los republicanos presentaron dos proyectos de ley para considerar a los carteles mexicanos como grupos terroristas para así autorizar el uso del Ejército para combatirlos.
Estas propuestas legislativas prohibirían a los integrantes del crimen organizado la entrada a Estados Unidos, autorizaría a congelar sus bienes y prohibiría a cualquier persona ayudarles de forma consciente, entre otros mecanismos.
López Obrador amenazó entonces con hacer campaña contra los republicanos de cara a las próximas elecciones y dijo que la iniciativa es “irresponsable, una ofensa al pueblo de México y una falta de respeto a nuestra soberanía”.
“Si no cambian de actitud y piensan que van a usar a México para sus propósitos propagandísticos y politiqueros, vamos a llamar porque no se vote por ese partido por intervencionista, inhumano, hipócrita y corrupto”, alertó el pasado jueves.
Con la reunión del canciller, expuso el mandatario, trasladarán a la ciudadanía de Estados Unidos que México sí está atendiendo el problema del narcotráfico.
“Si no actuáramos como lo estamos haciendo, México sería un infierno, porque estaría en mano de la delincuencia de cuello blanco y de la delincuencia organizada, habría, como lo hubo en el tiempo de (Felipe) Calderón (presidente entre 2006-2012), un narcoestado”, destacó.
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