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ENTROPÍA POLÍTICA || Las Implicaciones Políticas de la Elección en el Estado de México



ENTROPÍA POLÍTICA

Por Edgardo López Robles

Las Implicaciones Políticas de la Elección en el Estado de México: Cambios en el Bloque Opositor y la Sucesión Presidencial

Querido lector:

No podemos ignorar la realidad: la elección en el estado de México ya está definida. El próximo domingo, la maestra Delfina Gómez se consolidará como parte del relevo generacional que Andrés Manuel López Obrador está promoviendo para forjar una nueva clase política. Esta conclusión no es meramente un deseo personal, sino el resultado de una minuciosa observación de los movimientos de los principales actores políticos en el escenario nacional.

El próximo domingo marcará un momento crucial en el estado de México, donde se presentan una serie de condiciones que podrían poner fin al largo dominio del priismo. Después de casi un siglo de gobierno priista, el desgaste es evidente y la idea de que un partido que ha gobernado durante 94 años pueda ser un agente de cambio y transformación resulta absurda. Sin embargo, lo que destaca en este contexto es el desplazamiento estratégico que ha llevado a cabo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el tablero político nacional. Sus acciones han moldeado y definido el resultado de esta elección antes de que siquiera tenga lugar. Es fundamental comprender que estas decisiones han sido determinantes y han generado una dinámica completamente nueva en la contienda electoral.

La estrategia política para asegurar el triunfo de la maestra Delfina Gómez ha implicado impedir la presencia de una tercera opción que pueda restar votos a la izquierda, tal como sucedió en las elecciones de 2017, cuando el PRD de Juan Zepeda obtuvo más de un millón de sufragios, lo que resultó en una derrota para Morena en aquel entonces. En la actualidad, no existe una figura similar, por lo que la contienda se ha reducido a una lucha entre dos fuerzas políticas. Por esta razón, el planteamiento de debilitar a Movimiento Ciudadano ha sido ejecutado para evitar cualquier posibilidad de dispersión del voto y concentrar el apoyo en Delfina Gómez como la candidata de la izquierda.

Movimiento Ciudadano ha realizado un movimiento estratégico al alinearse con la lógica presidencial, ya que serían directamente beneficiados por una derrota del priismo en esta elección. Si los resultados confirman las expectativas de una derrota del bloque opositor, el partido Naranja se convertirá en la tercera fuerza a nivel nacional, relegando al PRI al quinto lugar. En resumen, se trata de una estrategia pura en la que el partido de Dante Delgado ha optado por no involucrarse directamente en la contienda electoral, pero ha sabido aprovechar las circunstancias para ocupar el espacio que anteriormente pertenecía al Revolucionario Institucional en el panorama político. Es una jugada inteligente que les permite posicionarse estratégicamente sin participar activamente en el conflicto electoral.

La verdadera batalla en este momento radica en evitar una victoria abrumadora de Morena. Los estrategas del PRI son conscientes de que ningún fraude puede garantizarles el triunfo ante la desproporción en las preferencias electorales, pero aún pueden acercarse lo suficiente para reducir la diferencia. Por tanto, en el día de las elecciones recurrirán a prácticas de compra de votos y manipulación electoral con el objetivo de minimizar la brecha entre Alejandra del Moral y Delfina Gómez. Una derrota por un margen considerable debilitaría su posición dentro del bloque opositor y abriría la posibilidad de que se cumpla un pronóstico que este analista hizo hace meses: la formación de una auténtica coalición conservadora entre MC y el PAN en las votaciones del 2024.

El triunfo de la candidata de Morena implicaría que Andrés Manuel López Obrador ha dado el primer paso en el juego de la sucesión presidencial. Ganar en una entidad de la importancia del Estado de México, que cuenta con el mayor número de electores en el país (12 millones), no es algo que se logre todos los días. Esta victoria potencial le daría a AMLO la fuerza necesaria para liderar y confrontar cualquier desafío o resistencia que se presente en su camino, sin importar su magnitud. Sería un respaldo sólido para decidir e incluso hacer frente a algún amotinamiento o sublevación.

El lector atento no debe pasar por alto la realidad de los acontecimientos, ya que todo lo expuesto anteriormente está intrínsecamente relacionado con el gobernador Alfredo del Mazo. En el ámbito político, no existen los vacíos ni las casualidades, y la operación política desde la Secretaría de Gobernación Federal para asegurar un resultado favorable es parte del oficio político que Adán Augusto López Hernández maneja con destreza.

En el umbral de esta crucial elección en el Estado de México, se vislumbra el destino político del país. Las piezas en el tablero se mueven estratégicamente, los intereses se entrelazan y la batalla por la supremacía se intensifica. Sin embargo, en medio de este panorama, hay una certeza innegable: el obradorismo se alza como una fuerza dominante que desafía los cimientos de la política tradicional. Esta afirmación no surge del culto fundamentalista a la figura del Presidente de la República, sino del reconocimiento hacia un líder que ha sabido aprovechar el poder, empleando la inteligencia y la estrategia para superar a sus adversarios.

Esta elección trasciende más allá de los límites de un estado. Sus consecuencias resonarán en cada rincón del país, moldeando la configuración de los bloques políticos y redefiniendo el futuro de la sucesión presidencial. Es un momento histórico en el que un presidente fuerte, prepara el terreno para su relevo, dejando su huella imborrable en la historia de México.

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